lunes, 16 de julio de 2012

¡Feliz feliz en su día!


Cumpleaños I
Y sí. Aunque no me guste se ve que yo seré de esas madres historiadoras. Una mezcla de mamá Cora y Felipe Pigna que te hace el twitter del día en que naciste, pero en verbal. Para que lo sepan todos. Si es que el año anterior no te escucharon no? Arranco siempre con el famoso “A esta hora estaba saliendo para el Hopsital...” Al rato sigo: “A las 10 estaba en pleno trabajo de parto...” una pasadita de factura: “Vos naciste a las 12 pero a mi no me dejaron almorzar hasta las 5 de la tarde... Y algo que seguro tratará en terapia alguna vez: “Cuando el médico te dejó arriba mío estabas super morado, con cabeza de huevo y el pelo largo negro, después te prendiste a la teta...” (Imagino palabras de Joaco “Basta mamá, demasiada informacioooon”). Pero guarda. Tal vez hacemos terapia familiar porque esto es hereditario. Mi papá, antes de que naciera Joaco escribía en facebook y/o me llamaba y me contaba cómo fue mi nacimiento. Es el día de hoy que pasa cerca de la clínica y me dice “Ahí naciste vos”. Como esperando que una diga y/o haga algo más que decir “Ah!” (:-S). Por eso yo me juré y rejuré no hacerlo con Joaco. Pero te juro (no confien en mis juramentos) que no puedo. Surge. Son las 23.58 del día anterior y una quiera o no está rememorando ESE día en el minuto a minuto. Y cree que tal vez contándoselo a quien también fue protagonista se emocione como una. Yo elijo pensar que es como dicen los psicólogos. Que uno al recordar vuelve a vivir ese momento evocado y ¿quién no quiere revivir el nacimiento de un hijo una y otra vez?

Cumpleaños II
Hace unos pocos días festejamos el cumple de Joaco para el que durante dos meses visitamos casitas, pedimos presupuestos, mangueamos torta, encargamos souvenires, compramos ropa y mil etcéteras. El bello durmiente a 10 miunutos de empezar oficialmente su cumple en una casita alquilada y con todos los amigos esperando se dejó seducir por Morfeo y no había Cristo que lo despierte. Lo sarandeamos un poco, disfrazamos (vestimos pero para la ocasión) y allá fuimos, Obvio como todo ser humano que quiere dormir y no festejar algo que todavía no entiende estuvo berrinchoso tooda la tarde hasta.... Sí! Adivinaste! Hasta que terminó el cumple y cada invitado se fue a su casa. Moraleja: no festejes nada hasta que te lo pida. Es un desgate enorme de plata, esfuerzo y entusiasmo tirado a la basura.

Cumpleaños III
Por esas vueltas de la vida y misterios de universo como la reproducción del mosquito anófabo, mi bebé decidió nacer apenas 6 días antes de mi cumpleaños. (Si estás buscando bebé no dejes de leer esto y hacé bien las cuentas antes de escribir a París). Es decir, de acá hasta que Joaco cumpla al menos 15, yo no voy a poder soplar velitas que no hayan sido apagadas, ni comer torta sin cortar (de Pocoyo, Autito, Ben 10 y cualquier otro personaje nefasto que vaya a surgir), ni hacer un festejo sin globos, ni charlar tranquilamente con amigos... es decir... tengo que asmuir que cumpliré años el mismo día que mi hijo, resoplaré sus velitas y abriré algún regalito escondido entre los suyos. Y que me alcance.  

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